Benidorm, ciudad de rascacielos, no pone techo a los proyectos de lujo. Saturado su suelo durante los años dorados del mercado inmobiliario, algunos de los pocos proyectos que se llevan a cabo en el municipio alicantino tienen que ver con viviendas prime. Este es el caso del rascacielos Delfin Tower, un edificio residencial de cien metros de altura y 22 plantas, en el que se comercializarán 44 pisos, de entre dos y cuatro habitaciones. Para adquirir uno de sus inmuebles el comprador tendrá que abonar entre 700.000 euros y 1,56 millones de euros, un precio que eleva la posición de Benidorm como una ciudad atractiva para el inversor de lujo, según El Confidencial.Además, esta promoción en primera línea de playa no es la única en la que se está trabajando en la ciudad. El Sareb anunció la semana pasada la venta de la deuda del rascacielos InTempo, el edificio residencial más alto de Europa, al fondo oportunista SVP Global, que tendrá que esperar todavía a que finalice el plan de liquidación de la promotora que construyó el activo (Olga Urbana) para poder realizar planes con él. De optar por terminar con las obras del edificio, la empresa tendría que invertir cinco millones extras a los 60 millones de euros ya desembolsados.

En el último año, las ventas de pisos se incrementaron en Benidorm un 18%, principalmente por las transacciones relacionadas con la vivienda de segunda mano, que subió un 25%. Este escenario ha aumentado el precio del mercado de pisos usados, que se sitúa, según Idealista, a un valor de 1.900 euros el metro cuadrado en el tercer trimestre del año, lo que supone 7,6% más de encarecimiento con respecto al mismo periodo de 2016.